Para los líderes financieros, la inteligencia no es el problema, la confianza sí. Siempre necesitarás resultados trazables, controles precisos y sistemas que los auditores no pongan en duda.
GPT-5 puede seguir instrucciones, pero aún no detecta desviaciones en previsiones de liquidez ni interpreta anomalías en los datos financieros. Aun así, la IA ya ha salido del laboratorio y está en el día a día de muchas empresas.
Los agentes de IA, por ejemplo, ya son compañeros discretos pero poderosos en la operación financiera diaria. Desde extraer datos de facturas con precisión quirúrgica, hasta responder en Slack, armar paquetes de auditoría o acelerar cierres contables, y todo lo hacen con el 100% de trazabilidad.
La oportunidad ahora empieza donde tu equipo siente más fricción. Usa la IA para reducir la carga administrativa, no para saltarte controles. Establece salvaguardas desde el principio, no de forma reactiva. Y prepara a tu gente para pasar de hacer el trabajo a dirigirlo.
La tecnología sigue avanzando, y las pregunta clave que nos deberíamos hacer son: ¿están tus sistemas, procesos y roles listos para seguir el ritmo? ¿Existe en tu empresa una cultura donde el aprendizaje continuo y la curiosidad tengan más peso que la comodidad de lo conocido?