A partir del 1 de enero de 2024, la Unión Europea aplicará una serie de estrictas normas de transparencia a las grandes empresas que cotizan en bolsa en relación con información de materia ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) o de sostenibilida.
Esta directiva relativa a la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas (CSRD, por sus siglas en inglés) exige a dichas empresas que informen sobre los efectos de su actividad en las personas y el medioambiente, para lo que deberán servirse de un marco específico en sus informes anuales ESG.
La nueva directiva también afecta a las empresas del Reino Unido por dos razones principales: en primer lugar, será imprescindible ajustarse a ella para poder operar en la UE y, en segundo, podría afectar a las perspectivas financieras futuras, ya que los inversores se interesarán cada vez más por el impacto medioambiental de sus inversiones.
Según un artículo publicado por Landmark information Group, a partir del año que viene las grandes empresas deberán «recopilar información e informar sobre una gran variedad de parámetros ESG, como el cambio climático, cuestiones sociales y laborales, derechos humanos y la lucha contra la corrupción y el soborno. Las empresas británicas deberán garantizar que sus informes ESG están en línea con las directrices de la CSRD y con los formatos requeridos».
Prepárate para la CSRD: guía para informes ESG
Más allá de la normativa y las inversiones, existen muchas otras razones por las que las empresas deben adoptar los principios ESG. Al tomar conciencia, las empresas estarán en posición de fomentar la innovación, cultivar una imagen de marca positiva, reducir los riesgos operativos, reforzar el compromiso de los empleados y, en última instancia, impulsar un crecimiento sostenible que responda a las necesidades y valores cambiantes de los clientes y las comunidades.
Como parte de los objetivos ESG, las empresas deben garantizar lo siguiente:
Los aspectos sociales y societales están relacionados con la forma en que la empresa trata a las personas. ¿Hay equidad e igualdad de oportunidades para todos? ¿Cómo aborda la empresa las cuestiones sobre confidencialidad y protección de datos? ¿Las condiciones de trabajo son seguras, y hasta qué punto están en juego los derechos humanos dentro de la cadena empresarial? La satisfacción de los clientes y la limitación de la dependencia de estos respecto a la empresa también desempeñan un papel importante.
En cuanto al aspecto de gobernanza, se refiere, por ejemplo, al grado de prevención por parte de las empresas de cuestiones como el soborno y la corrupción. ¿Hay diversidad en el comité de dirección diario? ¿Los directivos reciben una remuneración justa y acorde a los resultados reales?
La directiva CSRD establece las normas para la divulgación de información relativa a los informes ESG. Proporciona normas para la presentación de informes ESG sobre las personas, el medioambiente y la gobernanza empresarial relacionada. El objetivo principal de la directiva es garantizar una presentación de información más transparente y unos datos de mayor calidad. La CSRD también promueve la posibilidad de comparar la información relativa a las prácticas de sostenibilidad de las empresas en un sentido amplio.
La directiva pretende, entre otras cosas, conseguir que los inversores se centren en realizar inversiones sostenibles y sociales. Espera poner a disposición del público información sobre sostenibilidad que sea de calidad y comparable, lo que permitirá crear políticas de inversión más sostenibles, incitando así a las empresas a seguir mejorando en estos ámbitos.
Un informe ESG, de acuerdo con la directiva CSRD, recoge datos cualitativos y cuantitativos en relación con los tres temas mencionados anteriormente, así como cifras y planes previstos.
Factor ambiental: las emisiones de CO2 que produce una empresa, junto con los objetivos correspondientes para los próximos periodos y el modo en que la empresa combate el cambio climático y reduce sus emisiones.
Factor social: el grado de satisfacción de los empleados con su entorno de trabajo, de qué manera trata la empresa de mantener y mejorar la seguridad en ese entorno, y qué medidas adopta en relación con la inclusividad desde la perspectiva de género. La empresa también es responsable de lo que ocurre posteriormente en la cadena de suministro.
Factor de gobernanza empresarial: ¿Cómo se diseñan los mecanismos internos de control de emisiones e inclusión de una empresa? ¿Qué procedimiento se sigue para determinar la retribución de los directivos? ¿Existe un procedimiento de denuncia de irregularidades?
La CSRD está diseñada para garantizar la máxima transparencia en relación con los resultados en materia de ESG. Su objetivo es lograr que los distintos factores sean fácilmente comparables entre empresas y evitar que se oculten los resultados negativos.
La puntualidad es crucial en este proceso, ya que las partes interesadas aspiran a acceder a la información más actualizada sobre los ESG, durante y después del cierre del ejercicio fiscal. Los directivos deben tener acceso a la información e informes ESG por unidad de tiempo, preferiblemente de forma mensual. De ese modo, pueden observar rápidamente las tendencias y anticiparse a cualquier corrección de sus políticas de sostenibilidad.
La mayoría de las empresas están obligadas a informar sobre los ESG antes del 1 de enero de 2024. Muchas organizaciones ya han empezado a prepararse para ello. Los equipos financieros, por su parte, desempeñan un papel fundamental.
Normalmente, los departamentos de finanzas se centran principalmente en elaborar informes financieros precisos y maximizar los beneficios. Sin embargo, en el futuro también será imprescindible que los departamentos de finanzas ayuden a medir cada actividad e inversión en los tres pilares ESG, los resultados operativos y la cadena de proveedores.
Los equipos financieros tendrán que encontrar rápidamente el equilibrio y la tecnología adecuados.
El gasto corporativo de los empleados es una de las fuentes de datos más importantes en relación con los informes ESG. Las transacciones financieras realizadas por los empleados en nombre de la empresa proporcionan mucha información sobre la actitud en cuanto a la sostenibilidad en el lugar de trabajo.
¿Compran sus productos a proveedores que también puntúan bien en la escala de sostenibilidad? ¿Toman decisiones de compra sostenibles? ¿Pueden desarrollar sus conocimientos y habilidades mediante la reserva y asistencia a cursos externos? ¿Hacen horas de vuelo innecesarias o viajan en medios de transporte neutros a nivel energético?
Para responder bien a estas preguntas, las empresas deben tener en cuenta los factores ESG a la hora de hacer un seguimiento del gasto corporativo.
Pero ¿cuál es el problema? El gasto empresarial ya es de por sí difícil de contabilizar. Saber quién gasta, dónde y en qué no siempre es fácil, por lo que controlar los ESG supone un gran desafío.
Con la instauración de la CSRD, las empresas se preparan para poner en marcha medidas de seguimiento ESG y de sostenibilidad. Además de ayudarles a cumplir las directrices y las nuevas obligaciones, esto puede darles una ventaja competitiva de cara a las inversiones, la contratación e incluso los clientes.
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