En diciembre de 2023, la inflación en España cerró en el 3,1%. La inflación anual estimada del IPC en enero de 2024 es del 3,4%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Los expertos en economía anticipan que la escalada de los precios se mantendrá durante varios meses más. Por lo tanto, es probable que te estés preguntando: «¿Cómo afecta la inflación a los negocios en España?».
La inflación siempre ha sido un motivo de preocupación para los negocios pero, en los últimos años, su impacto ha sido cada vez más pronunciado. En 2023, y a lo largo de 2024, la pequeña y mediana empresa (pyme) está luchando contra los retos planteados por el repunte de la inflación.
Los peligros de la inflación aún no muestran signos de retroceso. Por tanto, ¿qué puedes esperar al estar al frente de una pyme? El objetivo de este artículo es arrojar luz acerca de los efectos de la inflación en las pymes y brindar estrategias para su supervivencia en este complejo contexto económico.
Considéralo como nuestra guía de supervivencia ante la inflación para las pymes, donde revisamos cómo habrá que gestionar:
La primera consecuencia de la inflación que perciben los dueños de pequeñas empresas es el aumento generalizado de los costes.
En muchos casos, estos aumentos son «anticipados», es decir, aparecen antes que las cifras de la inflación.
Un buen ejemplo son los precios del combustible y la energía. Con la escalada del conflicto en Ucrania, el precio de mercado del gas y el crudo se disparó, lo que afectó de inmediato a los precios de la electricidad comercial, el gas y el abastecimiento de combustible para los coches.
Los indicadores anticipados tienden a aparecer antes de que la sociedad se percate de que está aumentando la inflación, mientras que los «indicadores retrasados» son aumentos de precios que se observan después de un incremento reconocido en la inflación.
Un ejemplo de indicador retrasado es el aumento de los salarios.
La gente ve cómo los costes aumentan y se anuncia una alta inflación en las noticias (indicadores anticipados como el combustible, los alimentos, etc.), y tienen la sensación de que deben ganar más para compensar esto, por lo que los indicadores retrasados comienzan a subir (salarios, precios de los insumos, alquileres, etc.).
Esto significa que los grandes aumentos de la inflación que afectan a la pequeña empresa terminan finalmente siendo inflacionarios por sí mismos.
Por tanto, los propietarios de negocios asisten a un aumento generalizado del coste de los insumos. El aumento de la inflación da lugar a un incremento de los costes de la materia prima, la energía y otros insumos, de modo que las pymes que los utilizan se enfrentan a un recorte de los márgenes de beneficios, a menos que puedan transmitir este aumento de los costes a los clientes.
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Uno de los efectos más preocupantes de la inflación en las pequeñas empresas es que incide en el poder adquisitivo de los consumidores, lo que da lugar a un descenso del gasto no esencial.
Las pymes que dependen en gran medida del gasto de los consumidores pueden experimentar una reducción de las ventas y los ingresos, y esto no se limita exclusivamente al sector B2C.
Los negocios que prestan servicios públicos pueden ver reducida su demanda debido a las medidas de austeridad instauradas por el gobierno central.
Además, a medida que se ralentiza la economía, las empresas B2B también comienzan a notar cierta reticencia al gasto. Parafraseando un refrán conocido, cuando el sector B2C estornuda, el sector B2B se resfría.
El incremento de los precios
A medida que se empieza a notar la inflación, las empresas deben contemplar formas de estimular la demanda, y una manera de hacerlo es reduciendo precios.
La otra cara de la moneda es que también pueden querer reducir los precios de los insumos, lo que significa que los proveedores se enfrentarán a presiones para bajarlos. De manera similar, los consumidores buscarán un mayor valor y un mercado que previamente se guiaba por tendencias de la moda o calidad puede mostrar repentinamente una gran sensibilidad hacia los precios.
El «efecto incertidumbre»
Cuando la inflación se dispara, los negocios pronto se enfrentan a la incertidumbre, pronósticos imprecisos y retos en la planificación.
El problema es que, para la pequeña empresa, la inflación plantea un entorno comercial incierto, dificultando la previsión exacta de los costes, los precios y los niveles de demanda. Esta incertidumbre puede obstaculizar la planificación estratégica y la toma de decisiones.
A las empresas financieras les encanta la certeza porque pueden poner un precio preciso al dinero.
Esto significa que entienden cuánto tendrán que pagar a los financiadores por el capital que obtienen y les permite poner precio fácilmente a sus productos, lo que a su vez facilita la previsión exacta de los beneficios.
Pero, cuando la inflación aumenta, se incrementa la incertidumbre en el mercado y, por ende, el precio del dinero, dado que los financiadores comienzan a «tener en cuenta» esta incertidumbre en sus precios.
Por tanto, para los negocios que necesitan financiación para crecer o desarrollarse, es probable que el coste del dinero aumente significativamente en épocas de inflación.
Dado que poco puede hacer una pyme para reducir la inflación, la cuestión más acuciante tiene que ser cómo gestionarla.
Estos son nuestros mejores consejos:
Las pymes deben analizar sus estructuras de costes y evaluar sus estrategias de fijación de precios.
Valora si es viable incrementar los precios sin afectar significativamente a la demanda de los clientes. Explora ofertas con valor añadido o agrupa productos o servicios para justificar el ajuste de los precios.
Considera también la adopción de diferentes modelos de fijación de precios. Por ejemplo, ¿resulta apropiado un modelo de suscripciones o atraería más a los consumidores un modelo de pago por servicio?
Optimiza las operaciones comerciales para reducir las ineficacias y recorta costes innecesarios.
Identifica áreas en las que puedan ponerse en práctica medidas de ahorro de costes sin comprometer la calidad ni la experiencia del cliente. Negocia mejores acuerdos con los proveedores para mitigar el alza del coste de los insumos.
Céntrate en mejorar la productividad y la eficacia en la organización.
Invierte en la formación de los empleados, saca el máximo partido a la tecnología y automatiza los procesos siempre que sea posible. Con esto, los negocios conseguirán más con menos recursos y maximizarán los resultados.
Las pymes deberían explorar la diversificación de sus flujos de ingresos con el fin de no depender de un solo producto o mercado.
Identifica nuevas oportunidades y oriéntate hacia mercados nicho que puedan ser menos susceptibles al impacto de la inflación. Expande tu empresa hacia productos o servicios complementarios para incrementar las fuentes de ingresos.
Durante épocas de inflación, crear y fomentar unas buenas relaciones con los clientes es una tarea fundamental.
Mejora los programas de fidelización de los clientes, ofrece experiencias personalizadas y proporciona un servicio de atención al cliente excepcional. Relaciónate con los clientes a través de las redes sociales y otros canales para permanecer conectado con ellos y entender cómo evolucionan sus necesidades.
Recuerda que es mucho menos probable que a los clientes que reciben un servicio y unas prestaciones excepcionales les afecten los precios de tal modo que se dediquen a buscar en otros sitios.
Permanece informado sobre las tendencias económicas, los cambios en el sector y la conducta de los consumidores.
Asegúrate de que se monitorizan periódicamente los indicadores clave del rendimiento y que las estrategias se adaptan del modo adecuado. Ser proactivo y rápido a la hora de dar una respuesta a la dinámica del mercado es fundamental para sobrevivir a los períodos inflacionistas.
Es imposible que la pequeña y mediana empresa quede al margen de la inflación. Es probable que todos los aspectos de las operaciones cotidianas se vean afectados y, por tanto, es muy importante asegurarse de que nos preparamos para ello llevando a cabo un análisis excelente del contexto económico.
Vamos a retomar nuestra pregunta original, ¿cómo influye la inflación en la pequeña empresa?
El efecto de la inflación sobre las pymes en 2023 y 2024 es innegable: el aumento de los costes, la reducción del gasto de los consumidores y los retos en la planificación constituyen unos obstáculos significativos.
Sin embargo, es posible tomar medidas proactivas para mitigar el impacto de la inflación en los negocios y garantizar su supervivencia. Si entienden los efectos de la inflación, implementan estrategias eficaces y se adaptan a las cambiantes circunstancias, las pymes pueden sobrellevar esta difícil época y acabar siendo más fuertes.
La adopción de innovaciones, la creación de modelos de negocio resilientes y el fomento de una relación estrecha con los clientes serán claves no solo para sobrevivir, sino para progresar en una economía inflacionista.
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Trish Toovey trabaja en los mercados del Reino Unido y Estados Unidos creando contenido para Payhawk. Cubriendo desde anuncios hasta guiones de vídeo, Trish se apoya en una amplia experiencia en creación de textos persuasivos para las industrias financieras, de moda y viajes.